En un pueblito de esos que huele a tierra mojada por las mañanas y el sonido de las aves se contempla mejor, vivía Arnulfo un señor de aproximadamente 70 años.
Por las tardes Arnulfo llevaba una silla a la parada del camión que estaba en lo mas alto del pueblo, donde quedaba la ultima casa y se sentaba, y ahí se quedaba hasta que el ultimo camión pasaba que era 30 minutos después de la puesta del sol.
Y así lo había hecho durante los 12 años tras la muerte de su esposa.
La gente del pueblo comentaba que el Sr Arnulfo esperaba con anhelo de ver alguno de sus hijo bajar del camión. Otros comentaban que esperaba alguna novia de la infancia, que volviera al pueblo para poder tener de nuevo otra pareja.
Y así eran los comentarios en todo el pueblo, todos pensaban en ¿Qué estaba esperando el SR Arnulfo?.
Un día Llego de visita Don Miguel, un oriundo de ese pueblo. Su sobrino Pedro había llego a recoger a su tío a la terminal del autobús, en la parte mas alta del pueblo.
Y es ahí donde Don Miguel vio a Sr Arnulfo, lo vio con cierta curiosidad, su sobrino le dijo -Así esta todas las tardes, no se que este esperando- Don Miguel vio todo el panorama y en silencio vio la puesta de sol y le menciono a su sobrino -El dejo de esperar hace mucho tiempo- Y se encaminaron a casa platicando de experiencias que habían vivido en el tiempo que no se habían visto.
Autor. Fernando García Caloca
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