El genio y la manzana

 El Genio y la manzana

El genio y la manzana

 

En el lejano oriente, en un lugar escondido, muy parecido al antiguo Egipto habita un Genio, un genio de los que aparecen en los cuentos, de esos que cumplen deseos, pero este no era esclavo de nadie y era libre.
 
Vive en un gran palacio con todos los lujos posibles, comidas de todo el mundo, ropas mas lujosas, de la seda mas fina, estructuras hechas de oro, jade y diamante, esculturas de mármol fino, el agua mas cristalina para su bañera y lleno de personas que le ayudaban hasta para lo mas simple, como vestirse.
 
El genio era muy soberbio y engreído, por que el sabia que puede tener lo que quisiera.
 
Un día el vio por la ventana su habitación a un niño que iba pasando por el  afuera del palacio y este iba muy contento con una manzana en su mano. El genio que estaba aburrido fue con el niño apareciendo con su magia a un lado de el.
 
-¿Niño, porque tan contento? Pregunto el Genio - Mi papá me a traído esta manzana desde un lugar muy lejano donde el trabaja, tenia 3 años sin verlo y hoy que a venido nos trajo ropa, juguetes y comida, y ami me a dado esta manzana, por eso estoy muy contento-
 
El genio que quería divertirse un poco le propuso algo -Querido niño, te propongo algo, yo soy un genio y te daré un juguete de oro por tu manzana - el niño sonrió y le dijo -No gracias, esta manzana es especial para mi- mientras seguía caminando. El genio insistió -Te daré 10 juguetes de oro, 1 pavo de comer y ropa fina por tu manzana-
 
El genio dio una gran oferta por la manzana, -no creo que la rechace- pensó, El niño dio una carcajada grande y dijo -Muchas gracias pero no yo quiero esta manzana- El genio incrédulo de la oferta que le hizo y esto hizo desear mas la manzana
 
-Niño, te daré un huerto de manzanas en un lugar cerca de aquí, te daré una casa de oro con comida abundante, ropas finas para ti y tu familia por tu manzana- El niño no hizo ni un gesto de sorprendido solo paro de caminar miro su manzana y dijo -No, gracias me gusta esta manzana-
 
El genio enfurecido le grito al niño -Niño estúpido, te estoy dando riquezas, ropas, comida, te puedo dar cualquier cosa, lo tengo todo...- el niño lo interruptor diciéndole,  -excepto esta manzana- y el niño retomo su camino con la misma sonrisa que se le vio desde el principio. 
 
 Autor. Fernando García Caloca

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